Escuela de Monitores Spínola: disfrutar aprendiendo a ser apóstol y ensanchar la fe en los demás
La Escuela de Monitores Spínola que se celebra cada año es un momento muy enriquecedor del curso. Alumnos de 4º de ESO y Bachillerato se comprometen a animar la fe de otros compañeros como monitores en los grupos Spínola. Hablamos de aprendizaje y enriquecimiento, de una experiencia que ensancha su fe y refuerza el sentido de pertenencia a nuestro carisma.
Desde el punto de vista organizativo, es un fin de semana completo de intensa formación en los distintos aspectos que configuran al monitor Spínola tanto en su ser como en su hacer. En esta ocasión, Carmen Becerra, alumna de 2º de Bachillerato del colegio Sagrado Corazón Sevilla nos cuenta su vivencia.
Esta ha sido mi segunda Escuela de Monitores y aún habiéndola vivido antes, volvería a repetir. Cuando conoces la preparación que hay detrás de cada dinámica, velada y juego la valoras mucho más.
Es alentador mirar a tu alrededor y ver a los potenciales animadores Spínola disfrutando de los módulos. Si nosotros disfrutamos tantísimo de la parte “técnica”, no quiero imaginar cómo lo pasarán los niños de los grupos y campamentos cuando apliquemos con ellos lo aprendido.
Además, volver a tener un fin de semana en el que encontrarse con miembros de la familia Spínola es maravilloso. Volver a cantar en las oraciones, reírte con compañeros de otros colegios, encontrarte con los animadores que son referentes… Como siempre digo “los exámenes se recuperan, las experiencias, no” y no puedo estar más contenta por haber priorizado la Escuela.