Ejercicios Espirituales: “Todo está dentro, no lo busques fuera”

El pasado fin de semana del 1 al 3 de diciembre volvimos a vivir la experiencia de los Ejercicios Espirituales en la Casa Pastoral de las Esclavas del Divino Corazón en el colegio Sagrado Corazón de Málaga. Un centro con una ubicación privilegiada que permite mirar al horizonte y ver como el mar se une con el cielo. Escenario perfecto para propiciar ese espacio de oración y reflexión. Cristina Pineda, antigua alumna del colegio Sagrado Corazón de Sevilla, nos cuenta cómo lo vivió:

Todo está dentro, no lo busques fuera

Me gusta sentir, pensar y hacer que todo lo bueno, todo lo bello que puedo encontrar dentro de mi viene de Él.

Irme de Ejercicios tiene una gran importancia en el año para mí. Me sobran los pensamientos que me alejan de Dios; “un fin de semana da para poco…”, “con la de cosas que tienes que hacer”, “ufff…con lo cansada que estás, qué paliza sólo para un fin de semana…”.

Un fin de semana puede significar mucho, porque el regalo de Dios se nos puede dar en cualquier momento. En mi opinión, no es cuestión de tiempo, ni de esfuerzo, ni de dedicación, ni de intensidad, si no más bien de darle al Señor la oportunidad de parar, para poder ir a lo más hondo del corazón, bucear hacia aguas profundas y dejarle hacer, escucharle, sentirle… ¡Es un regalazo!

“Germán García ha sabido mostrarnos al Señor”

Germán García, sacerdote de la Diócesis de Málaga, nos ha acompañado en esta bonita experiencia de manera muy sencilla y con mucha verdad, la verdad de su día a día. Para mí, las cosas del Señor no tienen florituras y al menos yo, el evangelio lo entiendo mucho mejor cuando los que saben lo bajan al terreno. Se agradece muchísimo, porque si se convierte en algo tan elevado se torna a algo inalcanzable. Germán ha sabido mostrarnos al Señor de una manera preciosa. Nos invitó a muchas cosas hermosas en relación con el Señor, me quedo con la lucha de la justicia del Reino, esa que está en la cotidianidad de nuestros trabajos, de nuestros hogares y de nuestro día a día. También me tocó su invitación a que no dejásemos pasar un día, sin sentarnos a los pies del Señor, que no nos entretengan cosas llenas de vacío.

Una experiencia para no parar de repetir

Me es muy difícil plasmar en palabras lo vivido en esta experiencia, solo puedo agradecer a todos lo que la hacen posible por tanto bien recibido. Espero poder devolverlo con amor porque “solo con amor, el amor se paga”.

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