Trabajamos para potenciar el liderazgo de los alumnos en el Proyecto 50/50

El liderazgo de los alumnos es una de las claves más positivas y transformadoras de nuestro Proyecto 50/50: una metodología que implementamos en nuestros centros para transformar los hábitos y optimizar el consumo de recursos partiendo desde iniciativas que surgen desde la propia comunidad educativa a través de equipos que lidera el alumnado.

Con el propósito de conseguir un mayor liderazgo entre los alumnos que forman parte del Proyecto 50/50, se han reunido los coordinadores de los equipos energéticos de todos los centros, liderados por los miembros del Equipo Pedagógico-Pastoral de Fundación Spínola, Concha Cazorla y Alejandro Moyano, y con el objetivo claro de generar reflexión y participación. Nos mueve la necesidad de hacer crecer su protagonismo, despertar su sensibilidad y su vocación por el cuidado de la Casa Común.

Conciencia, liderazgo y herramientas para la acción

Conocemos por la experiencia que la conciencia colectiva y el trabajo en equipo son claves en el gran impacto que genera el Proyecto 50/50 en los colegios Spínola. Esto está respaldado además por la investigación “Ahorro energético, agua y económico mediante el cambio de hábitos de los usuarios en doce centros educativos de España” publicada en la revista Building Research & Information de Taylor and Francis. En este sentido, gran parte de los integrantes de los equipos energéticos son alumnos y nuestro claro objetivo con estas jornadas de trabajo en Madrid es conseguir que su liderazgo crezca dentro de estos grupos. Nos recoge las principales líneas de trabajo y conclusiones Vicky Caro, coordinadora del Equipo energético del colegio Cardenal Spínola de Madrid. 

Estaba encima de la mesa la tarea de reflexionar y dar forma a una idea, que ya había surgido en otros momentos: crear un encuentro de alumnos de los equipos energéticos de los diferentes colegios. Alejandro y Concha nos regalaron esa tarea, nos la entregaron sin esperar un resultado cerrado, confiando en nuestra capacidad, pero no nos dejaron solos. Nos acompañaron y guiaron para que fuéramos ordenándonos y fueron capaces de crear esa estructura necesaria para que todos nos sintiéramos parte de esta tarea, reconocidos y miembros de un equipo. ¿No era eso, quizás, lo que teníamos que hacer nosotros como coordinadores de los equipos con nuestros alumnos?

La dinámica de trabajo fue sencilla: pensar qué queríamos que pasara en ese encuentro, definir objetivos que nos ayudaran a diseñarlo, organizarlos en bloques para planificar la jornada, etc. Y finalmente buscamos un hilo conductor, que terminó siendo un slogan para el encuentro. Lo mejor: que cada actividad planteada nos servía para realizar la tarea, pero también para reflexionar a nivel educativo.

Buscamos actividades tipo para el encuentro usando la dinámica generativa de “palomitas de maíz”. De esta forma establecimos relaciones entre las aportaciones y nos dejamos contagiar con la creatividad del grupo. La mayor parte del trabajo fue cristalizar todas esas ideas en una propuesta concreta. Nos organizamos en parejas para construir una parte del encuentro y cerramos con una puesta en común y un feed-back cuidadoso y estructurado. Esta estructura nos permitió ser eficaces y sentirnos responsables y parte de cada idea y planteamiento.

Nos inspiramos con otros y crecemos como equipo

Dentro del plan de trabajo, también hubo lugar para el fortalecimiento como equipo, como grupo de coordinadores de equipos energéticos de los colegios Spínola. Y a la vez de inspiración en los valores de sostenibilidad, comunidad y colaboración. Así, conocimos el proyecto Refood, cuya misión es acabar con el desperdicio alimentario barrio a barrio, redistribuyendo el excedente de comida de los establecimientos locales entre personas en situación de vulnerabilidad. Pretende trabajar por unos barrios con desperdicio cero y un tejido comunitario fuerte, donde establecimientos, voluntarias y familias interactúen y refuercen sus relaciones.

Esta base es la misma de nuestro Proyecto 50/50: un grupo de personas con distintos roles -alumnado, educadores, PAS, familias, religiosas…- trabajando con un objetivo común por la concienciación y la sostenibilidad, poniendo en marcha acciones conjuntas para la eficiencia en el uso de recursos y logrando un impacto transformador. 

El camino para conseguir llegar al cierre de las jornadas de trabajo con la tarea hecha nos conectó como equipo, nos inspiró y volvió a ilusionar. Escuchar a compañeros, que comparten un mismo sentir, una misma sensibilidad ante el cuidado de la Casa Común; la sensación de hablar el mismo lenguaje, la tranquilidad de no tener que convencer a nadie de que esto es bueno… no sólo nos llevó a resolver la tera de manera creativa y eficaz, también crecimos como equipo. Hubo momentos de reflexión, de concentración y también de charlas y anécdotas.

Con el deseo de vernos pronto, en ese encuentro de alumnos ya hecho realidad, nos despedimos agradecidos e inspirados para seguir realizando nuestra coordinación en el Proyecto 50/50 en cada centro de la mejor manera posible, con el foco en seguir dando voz a los alumnos. Nos despedimos, sintiéndonos cada vez más acompañados, como parte de esta “familia energética” que estamos formando.

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