El equipo de Teología Curricular construye nuevos lenguajes educativos desde la fe y nuestro carisma
Nuestro Equipo de Teología Curricular continúa su ruta de trabajo, con el objetivo de integrar la teología en el currículo escolar de una manera viva y significativa, basándonos en nuestra identidad y acercándola a la realidad de los alumnos. Este equipo, con la participación activa de educadores de todos los colegios Spínola, avanza en este camino concreto, dentro del propósito que es la construcción de nuestro propio Proyecto Curricular.
En su última reunión, celebrada el 13 de enero, descubrieron juntos nuevos lenguajes teológicos, según nos cuenta Antonio Fuentes, educador del colegio Cardenal Spínola de Sanlúcar la Mayor (Sevilla).
“La educación es una labor coral, que pide siempre colaboración y trabajo en red; no se queden nunca solos, eviten la autorreferencialidad”.
“Estas palabras del Papa Francisco pueden definir muy bien la esencia que en el Equipo de Teología Curricular de la fundación Spínola estamos trabajando: que juntos llegamos más lejos”. Para este curso, el objetivo es comprender cómo las competencias específicas de la asignatura Enseñanza Religiosa Escolar (ERE), desde la mirada bíblica, teológica y desde la interioridad, aportan claves para diseñar la materia de forma diferente.
La fe y nuestro carisma no son ajenos a las materias que enseñamos
“Con la guía de Fernando Arriero, un teólogo capaz de acercar la realidad de Dios a todos, en este equipo estamos analizando y descomponiendo las competencias específicas de la asignatura de Religión, y más aún, traduciéndolas y acercándolas a las diferentes realidades que vivimos en nuestro día a día en el aula, haciéndolas explícitas para nuestros alumnos.
Con frecuencia, tendemos a dar por sentado verdades absolutas y caemos en el error de no pararnos a pensar en quienes tenemos delante. Acaso nos preguntamos: ¿Quién es Dios para nuestros alumnos?… Es más, ¿sabríamos decir quién lo es para nosotros? En equipo, estamos redescubriendo una realidad, a veces camuflada en las escrituras, y que, con el currículum de la mano, podemos convertir en una certeza que todos vivamos, cada uno desde nuestro ámbito”.
Nos enfrentamos a un desafío apasionante: demostrar que la fe y el carisma que nos define no son conceptos aislados dentro del sistema educativo, sino que pueden y deben dialogar con todas las materias. “Que la fe y el carisma que nos define no sea una cosa ajena a las áreas de conocimiento en que nos movemos en el aula es un reto, y poco a poco, estamos viendo que puede ser una realidad si todos somos conscientes de que colaborando unos con otros es posible, comprendiendo que, como seres sociales que somos, nuestros actos tienen repercusiones sociales“.
La colaboración entre educadores es clave para lograrlo. “Estamos llamados a generar cultura desde la fe, y para ello, es imprescindible comprender la cultura creyente que nos rodea, pues esta puede ser nuestra mejor herramienta. Requiere de un ejercicio de humildad ampliar los horizontes desde perspectivas que suman.
Una necesidad palpable: El mundo necesita descubrir a Dios
El trabajo de este equipo consiste en traer un profundo análisis de la realidad de las aulas, de las vivencias de cada alumno, formular preguntas y acudir a las fuentes, a voces expertas, al Evangelio para formular respuestas. “En lo personal, la formación me está aportando mucha luz en cómo trabajar en el día a día, y, además, también me da confianza descubrir que muchas de las cosas que ya hacemos, van por el camino correcto.
El trabajo en grupo descubre nuevos espacios de comprensión y genera rincones internos de certeza. Estoy seguro de que cuando nuestros compañeros vean los resultados que estamos alcanzando, entenderán la verdadera necesidad que teníamos de trabajar en esta línea y se sumarán desde el convencimiento a este nuevo lenguaje.
Creo que esa necesidad se hace palpable en nuestro día a día cada vez más. El mundo necesita descubrir a Dios, un Dios que se abaja para traernos justicia, un Dios que está al servicio de los demás, y nosotros, podemos ser la llave que abra la puerta que lo aleja de los hombres, pero esto sólo es posible si somos capaces de verlo en todos, porque todos nos llamamos Jesús. Da igual nuestra materia, independientemente de las circunstancias que nos rodean, debemos poner la teología en conceptos que nuestros alumnos entiendan, tenemos que ser mensajeros, testigos, y respuesta de Dios”.
Antonio Fuentes, profesor del colegio Cardenal Spínola de Sanlúcar la Mayor (Sevilla)
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