La suerte de contar con los animadores Spínola: jóvenes que nos acercan a nuestra misión

El Encuentro de animadores Spínola ha estado marcado por el descubrimiento de la riqueza de estos grupos con sesiones desde la Fundación, la Congregación Adc y los invitados JMR Olaizola y Moisés Mato
¡Qué suerte el grupo de animadores de la Fundación! ¡Qué suerte su calidad humana! ¡Qué suerte que más de 3.000 alumnos pasen por sus manos en los grupos Spínola! Este fin de semana se han reunido más de un centenar de animadores Spínola para profundizar en su papel como educadores. No ha sido únicamente una oportunidad de encuentro preciosa, también un regalo por lo que se ha redescubierto. ¡Qué suerte contar con ellos!
Los animadores Spínola son los responsables de los grupos del Movimiento Spínola. En estos grupos queremos ayudar a vivir la experiencia de encuentro con el amor personal de Jesucristo. También en este espacio y tiempo que sucede fuera del aula nuestros alumnos se acercan a experiencias de aprendizaje, por ello creemos que los animadores son educadores de nuestros centros. Porque educan como modelos de relaciones, de identificación con el carisma, porque acercan a lo esencial de nuestra misión.
El viernes por la noche comenzó con la apertura del encuentro, presentación y conocimiento de los objetivos y acercamiento, en la oración de la noche, a comprobar que todo es regalo de Dios en su creación. La mañana del sábado sirvió para conocer mejor el carisma Spínola, la razón de ser de la Fundación, su misión, visión y valores y su estructura y datos. Rosario Fernández, Cinta Bayo, Mariló González y Luis Peñaranda ayudaron con cuatro espacios informativos.
La mañana terminó repasando nuestra razón de ser: “La Buena Noticia del Dios de Jesús”. Un momento especial para recordar la historia de la revelación de Dios y nuestra identidad como escuela de esa Buena Noticia. Por la tarde, Cristina, Concha y Loli del Equipo Pedagógico-Pastoral nos ayudaron con varias prácticas de interioridad a encontrar dentro a Dios que nos habita y nos acercamos a la competencia espiritual como puerta de acceso a la relación con él. La noche terminó con la obra de Moisés Mato. No dejó indiferente a ninguno. Una obra donde se evidencia la imposibilidad de matar la belleza. Donde hasta en lo más difícil de nuestra historia como humanidad se engendra esperanza.
El domingo tuvimos como invitado a José María Rodríguez Olaizola, jesuita y sociólogo, que nos ayudó a diferenciar el esquema del antiguo testamento con el de la gratitud de la experiencia del amor de Dios que nos desborda. “Dad gratis lo que habéis recibido gratis” era el lema del encuentro y fue el cierre de sentido interior que pudimos hacer cada uno. Podríamos decir que el encuentro nos ha ayudado a que la experiencia de sentirnos amados personalmente nos lleva más allá de nosotros, nos lanza a dar y a darlo gratis.
Algunas de las imágenes que nos deja el fin de semana: