Los animadores Spínola avivan su luz y encienden las chispas de fe a su alrededor

Antes de terminar 2021, los animadores Spínola se reunieron en un encuentro para redescubrir la llamada a animar la fe. Una cita que les invitaba a reflexionar sobre la propia experiencia vocacional en su tarea como animadores y a redescubrir el hilo común con la historia congregacional y la historia de la Iglesia. En este sentido, durante el fin de semana iban a experimentar la importancia de alimentar el propio fuego para encender a otras personas. Tomamos las palabras de dos jóvenes animadores para descubrir lo que vivieron bajo el lema “Su Fuego en ti”.

Es difícil resumir en pocas palabras lo vivido en este encuentro de animadores. Pienso que ha sido una de esas experiencias personales que remueve sentimientos y emociones, que te llenan como persona. Lo podría calificar como una gran oportunidad de relación y crecimiento en la familia Spínola, con el objetivo de avivar la llama de nuestra fe.

Un encuentro donde se ha remarcado la importancia de la palabra “ANIMADOR”, conectando con ese fuego que sentimos y que somos capaces de transmitir a cualquier persona de corazón a corazón. Además, ha sido un auténtico lujo poder escuchar testimonios sobre nuestros fundadores en personas del ayer y del hoy y vivenciar el amor, la alegría y el orgullo que muestran y expresan al trasmitir el carisma Spínola, pero siempre manteniendo la llama viva.

También quiero destacar, que me considero una persona afortunada, ya que desde pequeño he podido disfrutar de estos encuentros, necesarios para afianzar y crear lazos en esta gran familia Spínola, donde se aprende de personas de distintas realidades, lugares y edades.

Me gustaría finalizar marcándome un objetivo “ser capaz de poder alumbrar con mi luz y encender otras luces a mi alrededor”.

Alejandro Cruz

“Su Fuego en ti”: cuatro palabras que recogen un sinfín de emociones, experiencias y vivencias, que hemos compartido durante dos días con muchas personas llenas de luz que desean transmitir y encender fuegos en los corazones de los demás. Después de haber vivido el encuentro de animadores Spínola, es difícil poder explicar con palabras todas esas sensaciones que hay en mí.

Aquello que sí tengo claro, es que estoy verdaderamente agradecida porque hemos podido vibrar con cada uno de los testimonios de todas las personas que han compartido con nosotros su trayectoria. Hemos vuelto a vivir la sencillez y la humildad con la que Marcelo y Celia vivían, así como la luz y el fuego que ellos transmitían y nunca dejaron de dar. Hemos sentido en nuestro propio cuerpo el reflejo de la Fe hecho arte. Hemos alimentado nuestro carisma, para que siga tan vivo hoy como en su origen, y sobre todo, hemos crecido como personas y como miembros de la familia Spínola.

Ahora nos toca a nosotros. Después del gran trabajo que han realizado todas las personas que han participado durante este fin de semana, es el momento de que nosotros nos pongamos también a trabajar. Es el momento de que avivemos nuestro fuego interior, de trasladar chispitas a cada uno de los corazones que tenemos en nuestro entorno y todos juntos, alumbrar y encender un mundo, nuestro mundo, ese que deseamos que sea más prójimo y más humano.

Está en nuestras manos y en nuestros corazones compartir la luz que cada uno llevamos dentro y no dejar que nunca se apague, porque aquellas raíces que un día crearon Marcelo y Celia aún siguen creciendo. Con cada pequeño gesto se engrandece el corazón y nosotros somos los responsables de formar corazones llenos de luz y amor a Cristo.

Ana Gutiérrez 

Os dejamos algunos de los mejores momentos del fin de semana en la galería de fotos:

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