“Raíces para volver, alas para volar”. Vivencias del Encuentro de Familia Spínola

En el pasado mes de septiembre volvíamos a encontrarnos toda la Familia Spínola, convocados por los Laicos Spínola, después de algunos años sin producirse este encuentro convocado explícitamente. Laura Corpas Zambrana, antigua alumna del colegio Sagrado Corazón de Málaga, y Manuel García-Pelayo Rodriguez de Hinojosa, antiguo alumno del colegio Sagrado Corazón de Sevilla, nos cuentan como vivieron este fin de semana tan especial.

VOLVER

Tras varios años de parón de este encuentro, volvíamos con ganas de ser Familia, y de ver y buscar qué nos une a gente tan diversa.

Desde jóvenes de 18 años y no ya tan jóvenes de los Grupos Spínola, pasando por educadores, antiguos alumnos, religiosas, laicos y familias con niños. En definitiva, todos, todos y todos, que vivimos con ganas el carisma Spínola en nuestras ciudades.

VIERNES DE REENCUENTRO

Empezamos el viernes, cortito pero intenso, con ganas de vernos, abrazarnos después de tiempo sin haber coincidido. Ganas de reencuentros y de contarnos qué tal va la vida. Sacamos del armario algunas de las míticas camisetas Spínola que teníamos por ahí guardadas, para darnos cuenta de que llevamos ya muchos años dando vida en campamentos, encuentros, campañas de Spínola Solidaria… Yo busqué la camiseta más antigua, de cuando tenía unos 14 años y empezaba a ver qué era esto de ser Spínola.

NUESTRAS RAÍCES

Y de eso fue el sábado de ver nuestras raíces, de dónde venimos, de ponerle nombre a personas que nos abrieron el camino de esta familia. Nos introducimos en un museo de “nuestra historia Spínola”. Empezando por nuestros fundadores Celia y Marcelo, pudimos tener delante alguna de sus reliquias y ver que hoy en día siguen igual de vivos que antes. Fue emocionante ver qué nos une y cómo hemos crecido formando parte de esto. Fotos y recuerdos de campamentos y encuentros, la pañoleta recordando los años de montañeros, libros que relatan el carisma… Un rato para agradecer la familia que hoy somos.

Por la tarde tuvimos la oportunidad de escuchar testimonios de diferentes perfiles dentro de la familia Spínola, religiosas, jóvenes, laicos y la Fundación Spínola Solidaria, para ayudarnos a descubrir nuestro lugar en el mundo. Nosotros, nos quedamos con el testimonio de Aurora y su forma de vivir la fe. Invitación a ser laicos Spínola, dar un paso hacia delante y vivir el carisma desde nuestra realidad del día a día, en nuestra rutina y trabajos… Acabamos el día poniendo al Señor en el centro y en el centro de nuestro encuentro, de nuestra familia…

El domingo tuvimos la oportunidad de ver diferentes realidades del mundo y de intentar dar respuesta desde nuestras ciudades, pequeñas comunidades que son los grupos en cada lugar. Ver como nuestras raíces al final dan sus frutos. En definitiva, encontrar nuestro lugar en el mundo para ser respuesta de Dios. Y esta gran familia tiene mucho para seguir dando.

LA SUERTE DE SER FAMILIA SPÍNOLA

Durante el encuentro hemos tenido la oportunidad de convivir, de compartir algún café y sobretodo compartir tiempo. Y de ver que esta familia está más viva que nunca. Que cada vez crecemos más, ya sean nuevas incorporaciones y re-incorporaciones. Para nosotros, experiencia para agradecer que formamos parte de esta gran familia, de agradecer personas que son fundantes en nuestra experiencia, y de recordar de dónde venimos y donde empezamos. Y sin duda, de agradecer el carisma que se nos ha regalado: “anunciar el amor personal de Jesucristo”. Y con esa invitación nos fuimos, a anunciarlo en casa.

Gracias Laicos por recuperar el ENCUENTRO DE FAMILIA SPÍNOLA.

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