¿Qué papel tiene la escuela católica hoy? Construimos el sentido de nuestro proyecto curricular

En Fundación Spínola estamos comprometidos con ser una escuela para el momento y el contexto actual: Un lugar donde los alumnos puedan desarrollar su voz, autonomía y competencias para la vida. En este sentido, avanzamos hacia nuestro proyecto curricular propio construyendo sus cimientos desde el sentido y el trabajo compartido entre todos los colegios Spínola.

Durante las últimas semanas ha tenido lugar un ciclo de formación para los claustros de nuestros centros educativos. Estas formaciones, impartidas por Antonio Roura Javier, han tenido como eje el “Marco de Sentido de Nuestro Proyecto Curricular”. Espacios que se han convertido en un tiempo enriquecedor para reflexionar, dialogar y generar un significado compartido sobre la educación que queremos ofrecer. Soñamos con una escuela que, además de transmitir conocimientos, sea espacio de libertad, crecimiento personal, y una comunidad que viva y comparta la experiencia de Dios. Queremos ser, en cada uno de nuestros centros, un motor de transformación social y bien común.

Una escuela encarnada en el hoy y centrada en los alumnos

En este ciclo formativo, Antonio Roura nos ha guiado para reafirmar nuestro rol como escuela católica. Reflexionamos sobre el papel que jugamos hoy como parte de la Iglesia y cómo el sentido de pertenencia y misión impregna cada paso de nuestro quehacer educativo. También ha sido una guía para leer los desafíos del presente con una mirada creyente. Analizamos cómo nuestra respuesta curricular puede atender los retos actuales, integrando una visión que nos permita conectar valores y conocimientos de manera significativa.

Y por último, ha aportado gran riqueza para comprender el valor transformador de nuestro currículo desde nuestra identidad teológica. Desde aquí, profundizamos en las claves que otorgan un significado distintivo a nuestra propuesta educativa y que buscan el desarrollo integral de cada estudiante.

Si me pidieran recordar la sensación que ha dejado en nosotros el encuentro con Antonio Roura hay una emoción que se manifiesta en primer plano: el privilegio de ser educadores. Concluir una formación recibiendo la enhorabuena por dedicarnos a esta labor y reconocernos con el disfrute de esa tarea, solo es posible si todo sucede con la maestría, tanto por el conocimiento como por la habilidad en la comunicación, que Roura posee”, apunta Mª Ángeles Bermejo, directora del colegio Sagrado Corazón Bachillerato de Málaga tras asistir a uno de los encuentros formativos. 

¿Qué papel tiene la escuela católica hoy?

Esta formación ha sido también un espacio para que los educadores de nuestros centros, desde su realidad local, puedan dialogar y enriquecer esta visión compartida. La estructura de cada encuentro ha sido clara y dinámica, con tres bloques teóricos seguidos de sugerencias y preguntas que han facilitado la reflexión en grupo, favoreciendo un clima de aprendizaje colaborativo y apoyo mutuo.

Mª Ángeles Bermejo apunta una cuestión clave de estas citas formativas: “Comenzamos con una pregunta directa: ¿Qué papel tiene la Escuela Católica hoy? Y con una respuesta clara: si no tenemos nada que nos diferencie estamos llamados a desaparecer. En un mundo secularizado que se rige por valores completamente diferentes, o por la falta de ellos, no podemos vivir del pasado. Nos urge redefinirnos como escuela, conociendo en qué sociedad estamos y dando respuesta a las necesidades actuales”. 

Contar con Antonio Roura como formador ha sido, sin duda, un privilegio. Su experiencia como Profesor de Religión y Filosofía en institutos de la Comunidad de Madrid, director de la Revista Religión y Escuela, y su reciente responsabilidad como delegado de Educación de la Conferencia Episcopal, le permite aportar una mirada profunda y realista. Así, la sesión continuó con un análisis exhaustivo de la sociedad actual:

“Puso de relieve todos los fenómenos que marcan una nueva era sumergida en la tecnología, y en contraposición con las tradiciones y valores del pasado, dio paso a un análisis detallado de un nuevo modo de habitar el mundo, el modo de las generaciones de nuestros alumnos con los que compartimos el mismo espacio, pero con anacronía temporal y actitudinal. Alumnos pertenecientes al género transhumano, productos de una cultura digital que los dota de un universo infinito de posibilidades de información y los aventura a un futuro diseñado a su medida”.

Ante este nuevo hombre: ¿Qué nos toca hacer como educadores? También aquí Roura ofreció una solución contundente que subraya Mª Ángeles en su testimonio: “No se trata de darles lo que ya tienen, sino de dotarlos con las capacidades que si no les transmitimos nosotros nunca llegarán a poseer. Y es precisamente en este darles donde él nos pedía un esfuerzo especial sin el que esta tarea no es posible: El esfuerzo de la conexión. Estar con ellos, irnos a su momento, desplazarnos a su realidad, porque sólo desde ahí existimos para ellos. Lograr la conexión hace de nosotros un acontecimiento en sus vidas y nos ofrece el privilegio de la educación en valores”. 

A modo de conclusión de la sesión, Mª Ángeles señala que:

“No se trata de darles algo que ya tienen, sino de proporcionarles todo lo que de humano hay en nosotros, impregnado de los valores que nos hacen diferentes. Vivir la pastoral curricularmente o lo que con la magnífica metáfora evangélica él nos transmitió: “Convertir el agua en vino”.

Nuestro sentido se reafirma desde el momento en que nos hacemos conscientes de la necesidad que tiene nuestro mundo de pensar en el otro, de seguir el modelo de Jesús. Nuestro desafío como educadores, como escuela hoy, como personas y referentes, a la vez que nuestra oportunidad exclusiva de hacer de este mundo un mundo mucho más humano.

Agradecemos profundamente a Antonio por su generosidad para acompañarnos en este camino. Con esta formación, estamos más preparados para continuar juntos en nuestra misión evangelizadora y educativa. Caminando hacia una escuela donde el aprendizaje sea compartido, para la vida y transformador.

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