Fiesta de Marcelo Spínola: ¡Gracias!
Queridos amigos:
¡Feliz día de Marcelo Spínola!
Desde hace tiempo el Patronato de la Fundación queríamos ponernos en contacto con toda la comunidad educativa en este tiempo tan especial que estamos viviendo, y ¡qué mejor momento que la fiesta de nuestro Fundador!
Vivimos un tiempo complicado que nos está retando como sociedad. Estamos palpando nuestra vulnerabilidad, el sufrimiento en todas sus dimensiones y también, en ocasiones, el miedo nos nubla y paraliza. Al mismo tiempo, estamos siendo testigos de la bondad y de la capacidad de respuesta que tiene el ser humano en situaciones adversas. Por eso, en este día, nuestro deseo es que en el corazón de todos habite la esperanza y que nos ayudemos a alentarla. Marcelo Spínola, con sus palabras, nos inspira y nos anima:
“La esperanza enjuga las lágrimas del que llora; levanta el ánimo del que está caído; infunde fuerzas al flaco; da bríos al cobarde; derrama bálsamo en el pecho herido; descubre claros horizontes al que no veía por donde quiera que miraba sino negrura; abre camino al que juzgaba obstruidas todas las vías, no distinguiendo en torno suyo más que precipicios; y es, en suma, la antítesis, lo opuesto al temor.
Este nos aflige, la esperanza nos alegra; el temor nos abate, la esperanza nos alienta; el temor entenebrece nuestros ojos, la esperanza esclarece nuestra vista; el temor como hiel que cae en nuestros goces, los convierte en amargos; la esperanza a modo de miel o azúcar que se echa en pócima amarga, endulza nuestras penas.”
Nos dice también, “el que desea sin esperanza no se mueve; el que desea y espera, trabaja desplegando toda la actividad de que es capaz”.
De esto es de lo que estamos siendo testigos en todos nuestros centros, la esperanza está latiendo con fuerza y nos está llevando a desplegar lo mejor de nosotros mismos. Creemos en el poder transformador de la educación y, como dice el Papa Francisco, educar es un acto de esperanza. El camino no está siendo fácil, las dificultades y las preocupaciones son innumerables, pero es impresionante lo que estamos construyendo juntos. Por eso quisiéramos expresaros el agradecimiento profundo que sentimos, porque sin la aportación de cada uno no sería posible.
Gracias a las familias por la confianza que depositáis cada día en nosotros, por sumar y colaborar, por reconocer y valorar el gran esfuerzo que se está haciendo. La pandemia está teniendo múltiples consecuencias: muerte, enfermedad, soledad, dificultades económicas y laborales, miedo, incertidumbre, vulnerabilidad, no abrazar… a todos, de una u otra forma nos está afectando, por eso agradecemos también el apoyo y la ayuda que estamos siendo unos para otros.
Gracias a todos los niños, adolescentes y jóvenes, alumnos y residentes. Estáis haciendo un esfuerzo enorme al respetar todas las medidas de seguridad. Cuando os vemos estar y moveros por el colegio, por la Residencia, usando la mascarilla, haciendo el recreo en espacios de patio acotados, siguiendo clases de manera digital,… notamos que estáis renunciando a cosas importantes para vosotros, que estáis siendo responsables y que estáis poniendo lo mejor de vosotros mismos para cuidar la vida de todos. Gracias por las preguntas que están surgiendo en vosotros en este tiempo, por las conversaciones importantes “sobre la vida” en las que estáis participando, gracias por compartir vuestras experiencias y vuestro sentimientos.
Gracias a los educadores. Es emocionante y sobrecogedor reconocer vuestra vocación educadora. Estáis poniendo lo mejor de vosotros mismos en favor de alumnos y residentes sin escatimar esfuerzos, creciendo constantemente en creatividad, generosidad y entrega. Las mascarillas, las distancias, no están siendo impedimento en vuestro empeño por querer cuidar y acompañar de cerca a alumnos, residentes y sus familias. Gracias por transparentar con todos estos gestos el amor de Dios. Gracias a los que lo hacéis desde las aulas, las tutorías, las clases, los pasillos, pistas deportivas. Y gracias a todos aquellos que lo habéis desde la portería, la limpieza, el mantenimiento, las tareas administrativas y de secretaría. Gracias a todos y a cada uno sin excepción.
Gracias a los Animadores de los Grupos de fe, en este tiempo estáis haciendo una labor callada y fundamental. Gracias por vuestra creatividad para seguir acompañando a vuestros grupos, por reinventar el modo de seguir compartiendo vuestra experiencia de fe, por la ilusión con la que vivís cada nueva experiencia, por a generosidad de vuestros tiempos, de vuestras vidas.
Gracias a las religiosas y sus comunidades. La misión que compartimos religiosas y laicos es un regalo, y en estos momentos tan complicados os damos las gracias porque siempre estáis ahí. Gracias por vuestra entrega, escucha y esa mirada creyente de lo que está sucediendo. También agradecemos y valoramos vuestra oración constante que nos sostiene y nos alienta.
Gracias a los Equipos Directivos. Estáis afrontando uno de los mayores retos que se ha encontrado la educación con gran fortaleza, determinación y una entrega sin límites. En medio de incertidumbres, decretos, cambios organizativos constantes, presiones sociales e inquietudes de todo tipo, estáis haciendo posible que nuestros centros sean Buena Noticia para todos.
Gracias al Equipo de Titularidad y sus equipos, por orientar y tomar decisiones desde nuestra razón de ser, poniendo a la persona en el centro y lo que es esencial a nivel educativo; por dar seguridad y fortalecer la red entre los centros que está siendo de tanto apoyo y sostén.
Hoy celebramos la fiesta de Marcelo Spínola. Celebrar su fiesta nos lleva a mirarlo a él y su vida, una vida que está llena de gestos y acciones concretas orientadas a responder a los retos de su época, una vida empeñada en hacer visible y transparentar el amor que Dios nos tiene. Que celebrar su fiesta sea para todos nosotros estímulo e inspiración en estos momentos de pandemia.
En nombre del Patronato, ¡Gracias!
Cinta Bayo Martín, adc
Presidenta del Patronato
Fundación Spínola