Juanjo Relova: “Emociona que reconozcan tu trabajo de forma tan sincera”

En nuestra memoria sobre el curso 2019-2020 y en la sección de antiguos alumnos hemos querido dar voz a profesionales que han vivido en primera persona la alerta sanitaria, la crisis social, la incertidumbre y el miedo en la sociedad. Antiguos alumnos que, por su profesión, han dejado el sello Spínola en la pandemia.
Juanjo Relova es policía y estudió en el colegio Cardenal Spínola Linares
Pregunta: ¿Cómo has vivido la alerta sanitaria por tu profesión?
R: Creo que nadie estaba preparado para vivir este momento y yo sentí, como todos, que nos pillaba desprevenidos. Sin conocimiento, de pronto la mascarilla, cambian las normas, cada día un protocolo distinto… incluso dejé de ver las noticias porque solo encontraba más incertidumbre y angustia sobre la situación. La relación con la gente se volvió complicada. Empezaron las colas en el supermercado, teníamos que mediar para que guardarán la distancia y la calma. Después empezamos a recoger material para hacer mascarillas, pantallas y otros elementos para la seguridad personal. También tuvimos que apoyar en el comedor social de Cáritas, controlando que las personas no se agolparan, que no se desesperaran… la verdad es que la labor que hicieron y que siguen haciendo es para un gran reconocimiento. En general, en los primeros meses se vivió una situación que te hacía pensar en lo verdaderamente importante.
P: ¿Qué ha significado para ti tomar partido en este momento histórico?
R: Es algo que no se podrá olvidar. De los primeros días que iba a trabajar ya en la alerta sanitaria, me paró un hombre por la calle, llorando, para darme las gracias por la labor que estábamos haciendo. Y en ese momento te emociona que reconozcan tu trabajo de forma tan sincera y que te lo expresen. También los aplausos de la tarde, que pasaron de dedicarlos a los sanitarios, a otros colectivos considerados esenciales… Sentir que eres parte de eso, que te hacen palmas por hacer tu trabajo… no estás acostumbrado a eso. A veces no se valora lo que hacemos y nuestro trabajo no cambia tanto. Pero verte en un momento así, tan difícil para todos y que te agradezcan lo que haces, es una grandísima satisfacción.
P: ¿Cómo recuerdas tu etapa en el colegio Cardenal Spínola Linares y qué es lo que más te marcó?
R: Mis recuerdos son todos con muchas cosas buenas. Sobre todo tengo muy presente el recuerdo de unos profesores que apostaron por mí y se esforzaron conmigo y gracias a eso, gracias a ellos soy quien son cada día: tengo un trabajo, un grado universitario en Criminología… por todo eso y por todos los buenos momentos que allí viví, cada vez que paso por el cole me paro y entro en la capilla, porque es algo que quedó en mí.
P: ¿Cuál crees que es el sello Spínola que marca a los alumnos de nuestros centros?
R: Yo creo que es la entrega que tienen con los alumnos, con las familias, con la gente. Se “vacían” con cada uno y esto se ve especialmente en la labor que hace el colegio en el barrio en el que está. Cuando falta un alumno a clase, van al a puerta de su casa a preguntar qué pasa. Este esfuerzo y ese añadido que ponen a veces es un trabajo desagradecido, que no se valora, pero al final da sus frutos. La dedicación que ponen cada día en el aula y fuera de ellas es lo que al final acaba transformando a los chavales que pasan por allí.