¿QUÉ ES ES EL COMPROMISO SOCIAL?
Es un entrenamiento en las mismas actitudes evangélicas que Jesús sugirió a sus discípulos, cuando les inició en la misión: buscar la oveja perdida; anunciar y sanar al mismo tiempo; presentarse pobres, sin oro ni alforja; saber asumir el rechazo y la persecución; poner la confianza en el Padre y en el apoyo del Espíritu Santo; no esperar otro premio que la dicha de trabajar por el Reino.

CLAVES
Salir de uno mismo
Transformar el mundo desde el Evangelio
Descubrir a Jesús en el otro
Disponibles para servir en lo pequeño
Hacer vida el Reino
¿QUÉ APORTA A LA PERSONA?
Inserta a la persona en el dinamismo misionero de la Iglesia. Los capacita para estar presentes, en cuanto cristianos, en la sociedad, en la vida profesional, cultural y social.
Hace coherente y viva la fe y es la respuesta al mandamiento nuevo: «Amaos unos a otros como yo os he amado»
Es fundamental para educar en la utopía, ayudar a desarrollar a la persona, a la capacidad para transformar las estructuras presentes. Es cultivar expectativas, preparar personas que se nieguen a aceptar la realidad actual como la única posible, empeñándose en su transformación.
Contribuye a una dimensión constitutiva de la educación que es la transformación del orden social.
Hemos de favorecer experiencias profundas de solidaridad, interiorizándolas adecuadamente en comunidad.
Asumir un compromiso encarnado en la historia supone implicarse en los siguientes pasos:
1) Análisis de la realidad
2) Concienciación
3) Identificación
4) Profecía cristiana. La profecía es denuncia ante un sistema que produce desinteriorización e insolidaridad. La profecía cristiana es un signo antes que una crítica, una propuesta y no sólo una denuncia. La profecía exige la coherencia del testimonio personal.
5) Solidaridad liberadora







