Avanzamos con Spínola Solidaria en la construcción de una escuela para la vida

Desde la toma de conciencia de la crisis ecosocial que nos envuelve, nuestro deseo es educar para que el mundo sea un lugar más parecido al sueño de Dios, a esa creación donde la VIDA se colocaba en el centro. En este propósito vamos de la mano de Spínola Solidaria, formándonos y abriendo nuestra mirada, trabajando en red. Rebeca Collado, miembro de su equipo, nos da las claves para comprender este enfoque que nos encamina hacia la transformación en una escuela para el hoy, una escuela para la vida.

“Narrar lo que hacemos, lo que somos, o, más allá, narrar lo que imaginamos. ¿Por qué cuando imaginamos el mundo nos imaginamos un lugar peor? Nadie elegiría vivir en un mundo peor por voluntad propia. ¿Y si fuera la imaginación la herramienta que nos alentara el deseo de un futuro posible y deseable?

El objetivo es conseguir un perfil de salida Spínola que responda a las necesidades reales que tenemos como sociedad y por ello es necesario alentar la esperanza de reconciliarnos con un futuro donde la vida se abra paso”.

Un proyecto curricular para el bien común

El Equipo de Proyecto Curricular de la Fundación Spínola se encuentra trabajando en este camino: generar un currículum propio, con sentido, al servicio de los alumnos, para todos y conectado con nuestra misión y visión y que se encuentre bajo la normativa de la ley de educación LOMLOE; un proyecto curricular para el bien común con mirada Spínola.

Han sido varios encuentros ya los que han abordado este cambio de perspectiva y el trabajo ha continuado, en esta ocasión, de la mano del equipo de Spínola Solidaria. En un encuentro con profesores del ámbito científico-tecnológico de los colegios Spínola, -celebrado el 27 de enero-, y la última reunión con el Equipo de Proyecto Curricular, -que tuvo lugar el 30 de enero-, continuamos profundizando en narrativas del Bien común y la Justicia de la mano de Rebeca Collado y Thais Casado.

“Avanzamos en esos imaginarios que nos gustaría que alimentaran las Situaciones de Aprendizaje. Hemos trazado un paradigma que puede posibilitar un currículo enfocado en el Bien común y en la Justicia. Hemos puesto el cuidado como el marco en el que englobar nuestras relaciones escolares, en el ámbito privado, pero también en el público, en el político. Porque es necesario que nuestro alumnado se cuide, se descubra como criatura con toda su plenitud, que respete sus tiempos, sus límites, que ponga nombre a lo que le pasa, a eso que le sucede cuando algo le pasa y a lo que le traspasa y va más allá de sí.

Hacia un futuro posible y deseable

Es necesario también que nuestro alumnado se cuide entre sí, establezca relaciones interpersonales de respeto, de cariño, que genere redes comunitarias que sostengan las vulnerabilidades que como personas presentamos. Pero es sin duda, muy importante que nuestro alumnado cuide el planeta, se sienta dependiente de la madre naturaleza y que respete los límites que nos marca.

Y así, transitando cada uno de estos cuidados, hemos podido imaginar, ver y creer en la totalidad de la realidad, hemos ido filtrando nuestra manera de pensar para ser capaces de poner una luz en medio de la incertidumbre que da la tiniebla del momento. Luz, chiquitita, pero luz, y que junto a otras nos ilumina la certeza de que podemos habitar un futuro posible y deseable”.

Agradecemos al equipo de Spínola Solidaria estos puentes que soñamos, trazamos y construimos desde una misma identidad, con una misión compartida, para que la educación sea motor de cambio. 

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