Trabajamos en red para que el Proyecto 50/50 siga transformando en nuestras aulas

El proyecto 50/50 que pusimos en marcha para concienciar y fomentar hábitos sostenibles en torno al consumo de energía y agua, continúa transformando a los alumnos en nuestras aulas y trascendiendo a los hogares. Para la comunidad educativa de toda la Fundación Spínola es la oportunidad de trabajar en red y conectarnos en un trabajo que cuida nuestro planeta, nuestra Casa Común.

Hace unas semanas celebramos una reunión con profesores de ciencias de los centros educativos de nuestra red, uno de cada colegio: Pedro Javier Rascón, del colegio Sagrado Corazón Linares, Carlos Pulido, del colegio Marcelo Spínola de Jaén, Marcos Rodríguez del colegio Sagrado Corazón de Coria, María González, por parte del centro Sagrado Corazón de Ronda, José Luis Gutiérrez, desde Cardenal Spínola de Huelva, Auxiliadora Reyes del colegio La Asunción de Montilla, Ana Zarandieta en representación del colegio Sagrado Corazón de Sevilla, Carlos Verdugo desde el Real Colegio Ntra. Sra. de Loreto de Madrid, Maruca Luque y Lourdes Gómez desde el colegio Sagrado Corazón de Málaga, por parte del Cardenal Spínola de Sanlúcar participó Álvaro Dugo y desde el centro Cardenal Spínola de Linares, Fernando López.

Este este grupo de educadores ha trabajado en la preparación de talleres energéticos que se van a llevar a cabo en tutoría y en las sesiones de trabajo de los Equipos energéticos en sus respectivos centros. El objetivo de la reunión era elaborar un material que se pudiera utilizar como “píldoras formativas” que sirvan para comprender y profundizar en las áreas de trabajo del Proyecto 50/50.

Pudimos conectar todos juntos, cada uno desde su realidad, con la experiencia formativa y de ahorro de recursos que se está produciendo en nuestros colegios. Hablar de emociones sobre la transformación que se ve en los alumnos y que llevan a sus familias, del empoderamiento de la comunidad educativa que se percibe, de la satisfacción por el logro de ahorrar en suministros y económicamente. Y sobre todo, del impacto positivo que resulta de todo este trabajo en común.

También pudimos conectar con la realidad de nuestro mundo y entender mejor las causas y consecuencias de nuestros hábitos de consumo. Ser más conscientes y comprender por qué es importante llevar a cabo iniciativas como esta, que nos hacen a la vez ser responsables de nuestro comportamiento y tomar parte en el cambio que se tiene que producir.

Desde nuestra gran comunidad educativa, buscamos crear espacios en los que seguir creciendo en formación y poder compartir testimonios y experiencias que enriquezcan el trabajo en cada clase, en cada área, en cada centro. Esta reunión nos planta ante el reto de seguir educando en responsabilidad y respeto hacia nuestra Casa Común y trabajamos juntos para conseguirlo.